Los efectos progresivos del cambio climático asociados al desarrollo generan costos ambientales, sociales y económicos que no deben ser ignorados por ningún país. Las zonas costeras son particularmente susceptibles a los efectos negativos del cambio climático, incluidos el aumento del nivel del mar y el incremento de la frecuencia e intensidad de eventos hidrometeorológicos y biológicos extremos, así como enfermedades emergentes y de origen zoonótico que elevan la vulnerabilidad de los sistemas socio-ambientales.

     En México, tales eventos obligan a la península de Yucatán a actuar urgentemente para garantizar su desarrollo sostenible. La creación y el equipamiento del nuevo edificio de la sede foránea –la Unidad Mérida-- del Instituto de Ecología (IE) en el campus UNAM en Yucatán representa un hito en la historia de nuestros Instituto. La meta de su creación es consolidar un grupo de trabajo académico multidisciplinario que se integre con el resto de las entidades de la UNAM y de la región, mediante colaboraciones para la investigación y la gestión ambiental sostenible. Este grupo inicialmente contará con capacidades en estudios en sostenibilidad, biodiversidad, así como ecología y evolución de enfermedades zoonóticas (y emergentes).

     Las instalaciones del IE en Mérida incluyen espacios de laboratorio para trabajo en microbiología y genómica, además de un anfiteatro para toma de decisiones, oficinas y cómputo de alto rendimiento. Estas instalaciones serán usadas por personal académico consolidado y también joven y de reciente contratación. Esperamos contar con una planta académica de 10 personas en los próximos 3 años. En este nuevo recinto dará vida a nuevos proyectos académicos, recibirá estudiantes y permitirá seguir fortaleciendo en distintas formas la vinculación de la Universidad con la sociedad.

     El camino para consolidar la construcción de este nuevo edificio no ha sido sencillo. Han existido desafíos de diversa índole que se han tornado desesperantes en momentos, pero también han permitido madurar ideas y visiones y construir colaboraciones. Felizmente, estos desafíos han sido superados gracias al trabajo y la colaboración de muchas personas, pero también gracias al decidido apoyo de autoridades y entidades universitarias.

     Así, desde el 2017, la presencia del Instituto de Ecología sede Mérida ha crecido paulatinamente contando hoy con siete plazas académicas pertenecientes tanto al LANCIS y como al departamento de Ecología de la Biodiversidad, incluyendo a las doctoras y doctores Luisa Falcón, Osiris Gaona, Gabriela Mendoza, Pável Popoca, Luis Osorio y recientemente en este año se incorporaron las Dras. Bertha Hernández Aguilar y Malena Oliva.